* Las calles Pasco, Independencia, 9 de Julio y Callao forman un cuadrado que delimita uno de los tantos barrios (ejemplo: Tribunales o Cañitas) que no aparecen en la cartografía oficial de la Ciudad de Buenos Aires, pero sí en el imaginario popular. “Yo fui mucho tiempo fotógrafo en esta plaza. Sacaba y vendía la foto. Me gustó Congreso y me quedé acá. Vine desde la provincia de Santa Fe, Rafaela. ¿Viste que a veces se habla del lugar en el mundo de cada uno? Mi lugar en el mundo es este”, afirmó Miguel Ángel Castro, dueño y vendedor del puesto “MAC Pochoclos”, ubicado frente a la Plaza del Congreso desde hace más de 50 años. Para Miguel el día comenzó a media mañana porque se durmió tarde. Luego de almorzar la comida que le preparó su esposa Anabela, agarró la camioneta Renault Kangoo blanca, que hace poquito se compró, y se dirigió hacia su lugar de trabajo. Vive cerca, pero para trasladar el carrito rojo de pochoclos y el gazebo que lo recubre, neces...
MARCOS MONTENEGRO: “Cada vez que la gente me pide un trabajo les pido que me cuenten un poco la historia del lugar. Trato de ver qué puedo rescatar de eso e intento ponerlo en la maceta”
* “Un día pasamos por un caserón viejo y veo que estaba lleno de plantas y flores que le salían de adentro. Era una casa re linda. La miré y pensé: parece una maceta gigante. Entonces guardé una foto del lugar en mi cabeza, dibujé la idea para trabajarla y empecé a hacer casas en miniatura”, cuenta Marcos Montenegro, alfarero, nacido en 1981 en Balcarce (provincia de Buenos Aires). Así fue como se le ocurrió la idea de hacer pequeñas casitas en cerámica, que además sirven de macetas, para vender en su tienda online Nemontalfareria.empretienda.com.ar . Según la Real Academia Española un alfarero es un fabricante de objetos de barro, especialmente de vasijas. Después de charlar durante dos horas con Montenegro sobre su trabajo, queda claro que, para él, la alfarería es una herramienta para comunicar y canalizar emociones. “Hacer esto me remite a mi familia y mi origen. Mis primeras macetas se parecen a mi pueblo. Me costaba mucho no emocionarme mientras las hacía. Me r...